Carta de felicitaciones a la historiadora María Angélica Illanes por el premio Atenea 2020
Arica/Santiago/Concepción/Valdivia, 2 de junio 2021
Desde la Red de Historiadoras Feministas (RHF) a nombre de todas nuestras integrantes, de todos los diversos territorios, no queríamos estar ausente en las felicitaciones a Ud. “Maestra” por su reciente galardón recibido: Premio Atenea 2020 a la mejor obra científica en Ciencias Sociales o Humanidades por la obra «Movimiento en la tierra. Luchas campesinas, resistencia patronal y política social agraria. Chile, 1927-1947″. Premio relevante en el ámbito académico nacional, dado que se otorga desde 1929 al alero de la Revista Atenea, de gran trascendencia no solo en Chile, sino también en el extranjero.
Una de las integrantes del Jurado, formado por historiadores/as e investigadores de diferentes casas de estudios superiores, la Dra. Daniela Jara destacó: “En el jurado, Daniela Jara destaca que el enfoque de María Angélica Illanes “centra su atención en las formas de organización de la gente común, campesinos, trabajadores que, a través de la articulación social y distintos mecanismos, logran capacidad de agencia” (Noticias UdeC: 2021).
Estamos convencidas que este libro ha sido un aporte a la historiografía, sino también a las Ciencias Sociales en su conjunto, pues abarca aspectos contextuales que involucran al estado, políticas públicas y por cierto, la historicidad de campesinos/as en toda su variedad frente al poder patronal chileno.
Una vez más, queremos reconocer que toda su producción historiográfica ha sido un aporte permanente al proceso de renovación historiográfico chileno, desde lo social, económico e incluso cultural. Lo cual ha repercutido positivamente en varias generaciones de estudiantes, y en este caso, nos interesa visibilizar el impacto de su trabajo en cuanto a proceso pedagógico, metodológico y epistemológico entre profesoras, investigadoras e historiadoras que la hemos leído y escuchado, pues la consideramos un ejemplo a seguir.
Por ello desde la RHF en nuestro Primer Congreso como Red de Historiadoras Feministas para este 3 y 4 de agosto de 2018 en Santiago, le otorgamos el Premio a la trayectoria “Olga Poblete” y con ello instaurar un hito en cuanto a reconocernos en otras, las que nos antecedieron y compartir su obra con las nuevas generaciones. Consideramos que Ud. es una de las más prominentes historiadoras y académicas de Chile.
Y para dar cuenta de este legado intergeneracional y el impacto que ha provocado entre mujeres que tuvieron el honor de ser sus estudiantes, o leer/escuchar sobre su obra, hicimos un ejercicio, breve en el tiempo, en nuestra página en Facebook. Este consistió que dejaran una nota sobre sus experiencias y reconocimientos. Las citamos textualmente, por su valor diverso:
“Lo que voy a contar, es algo poco común. Vivo en Valdivia y he tenido la oportunidad de ver a “la profesora Illanes en su papel de persona común y corriente y es realmente encantadora. Es sencilla, humana y cálida. En mi vida académica, jamás tuve la oportunidad de tener clases con ella y lamentablemente, poco leímos sus textos, sin embargo, en mi vida profesional, he tenido la suerte de verla en charlas y finalmente, leerla. Disfruto su pluma, que es simple y exquisita. Como las colegas mencionan, la profesora es una inspiración en éste camino masculinizado y eso, se le agradece profundamente. Nunca se dio por vencida y nos abrió la senda para que nosotras, tampoco nos rindiéramos. Mi gratitud para ella y mi admiración para ustedes.” (Lolo H-Rojas)
“Me parece que ella ha sido la maestra de muchas, aun cuando algunas no hemos tenido la oportunidad de conversar con ella (por ahora). En un aspecto más específico, si se quiere, el trabajo de M. Angélica Illanes me resultó de doble inspiración, primero por ser una historiadora en una constelación disciplinar donde los varones gustan de pavonearse insistentemente. Segundo, porque algunos de sus trabajos más importantes sitúan la salud como un problema de alcance político, y eso siempre me ha parecido fascinante. La respeto y admiro profundamente. Leerla siempre es una inspiración”. (Tamara Alicia Fuentes)
“Me complace infinitamente dedicar estas líneas de manera pública para la historiadora y profesora María Angélica Illanes. Estoy leyendo justamente Movimiento en la Tierra…que bello libro, así como toda su obra. Bello en el sentido amplio del término. Considero que su escritura inspira a seguir en este camino, tan masculinazado, abre nuevas formas de trabajar la historia, nuevas formas en que la sensibilidad de quien escribe está siempre presente. Agradezco tal como le comentaba hace unos días a una compañera de Universidad, haberla tenido de profesora en pregrado, y luego poder compartir con ella en otras instancias académicas. Sin duda mi total admiración, respeto y cariño por motivarnos en este camino.” (Carolina Quezada Flores)
“Como ya muchas han dicho, la profe es LA MAESTRA es mucho lo que nos ha inculcado y enseñado. Es cálida, sabia, muy calmada y su voz invita solo a escucharla detenidamente. Sus libros han sido mi norte en los temas que he trabajado, no tengo más palabras, solo gratitud y admiración hacia ella.” (Natï Alarcon Inostroza)
“Yo rescataría su perspectiva social para trabajar la historia.. sus textos sobre el disciplinamiento laboral en la minería, sobre la educación popular en el siglo XIX, su libro sobre la salud del pueblo y la intelligentsia médica, su trabajo sobre la comuna autónoma, otros que han nombrado las compañeras acá, etc..la hacen una de las más importantes referentes de la historia social en Chile… y en general cuando se menciona esta corriente la mirada se centra en los autores varones.”(Isidora Salinas Urrejola)
“En lo personal, me ayudo a identificarme con una mujer que hace historia, en un círculo de hombres. Su trabajo me ayudo a conocer los matices del trabajo que hacen las mujeres, leyendo historia masculina del siglo XX, sus textos siempre dieron centralidad a las diversas mujeres, y no solo agrego mujeres a la historia de chile, como mucho de los textos de historiadores. Fue una posibilidad de escribir de otra manera y pensar la disciplina de forma diferente. Eso se agradece.”(Isabel Margarita)
“Nunca fue profesora mía pero sí ya había escuchado de ella a través de otras amigas, como que cuando escuché de ella ya era «maestra», ya era muy respetada. Leí sus trabajos sobre las mujeres populares, las profesoras, las visitadoras con mucho interés por mis propios estudios. También La Batalla por la Memoria. Como persona de perfil más político, creo que la primera vez que entró a mi registro fue por la pelea en torno al Premio Nacional de Historia, con Aranguiz. Me acuerdo de haber leído sus palabras y tratado de dimensionar el nivel de la desilusión y la amargura de tal situación. El peso de la historia conservadora y machista; el peso de la dictadura. Siento que fue un dolor para todas las historiadoras, aún más para nosotras que la llamamos «maestra». Posteriormente la conocí más de cerca y es verdaderamente un encanto. Fue hermoso entregarle nuestro Premio Olga Poblete en el año 2018; verla después con tantas estudiantes de Historia que se querían sacar fotos con ella, allá en el Archivo Nacional. Sin duda, uno de los momentos que más atesoro del Congreso y de ser historiadora feminista, más generalmente.” (Hillary Hiner)
«La visita de la profesora María Angélica a Iquique en 2018 y la posibilidad de compartir con ella, tanto en espacios académicos como confraternizando, fortalecieron mis ganas de ser historiadora, de sus experiencias transmitidas aprendí que siendo mujeres investigar es un acto de rebeldía.» (Karelia Cerda)
“Me recuerdo haber quedado tan sorprendida cuado leí el trabajo “Azote, salario y ley. Disciplinamiento de la mano de obra en la minería de Atacama (1817-1850)” cuando estudiaba en Pre Grado en la Universidad de Concepción. Todas las palabras involucradas en el título, me hicieron remecer y darme cuenta luego con su lectura, que estaba frente a otro tipo de historiografía a la que estaba acostumbrada en mis clases. Aparecían personas de carne y hueso, frente a la explotación, pero también en acciones de resistencia. No fue posible el total disciplinamiento. Y eso marcó el rumbo, junto con otras obras de historiadores de la llamada Nueva Historia social. Con los años y la lectura de “Ausente Señorita…”; “En nombre del Estado…” y otras obras que utilicé en mis trabajos y tesis me reafirmaron mi línea historiográfica, mis aportes tanto a la pedagogía como a lo investigativo. Y no puedo dejar de describir mi expectación al verla en una charla de clases paralelas que se realizaban en el Departamento de Historia de la UdeC a través del Centro de Alumnos. Esto porque solo conocíamos hombres en nuestra carrera, y los otros que habían sido invitados. Por tanto, escucharla en sus planteamientos, las formas discursivas utilizadas y su sola presencia, hicieron a mí y todas compañeras no sentirnos solas, y que era posible llegar a escribir, ser docente….” (Gina Inostroza)
“Maestra. Inspiración de muchas. Como estudiante, siento que con ella nunca dejamos de aprender. Su enseñanza es, como dijo en alguna clase, a ras mapu, al lado y con la tierra. Cómo no admirarla, y cómo no emocionarse. Sus cátedras, tal como sus libros, son tertulias, conversaciones desafiantes, iluminadoras, complejas, guiadas por una mujer sencilla y solidaria a quien jamás dejaremos de agradecer por tanto”. (Marcela Vargas)
“Ella fue una primera luz en eso que se conformaba como Historia de las Mujeres en el Chile del final de los 80’… Y con una escritura que incluía la reflexión teórica, la conciencia del lugar desde donde hablaba… una real maestra.” (Claudia Montero)
Saludos cordiales,
Red de Historiadoras Feministas.